115. ¡Vuelvan a ser como los niños, desechando todo de su vida lo que no viene de Dios! — 26.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Hay tanto en su mundo que se ha infiltrado del maligno – maquinaciones que sirven para hacer que los hijos de Dios sufran e incluso sean aniquilados. Si ellos, los seguidores del maligno supieran cuánto se dañaban a sí mismos, se arrepentirían inmediatamente y harían penitencia y repararían cualquier daño que hubieran hecho alguna vez a otra persona y, más que eso, se humillarían ante sus hermanos y hermanas como lo hizo el publicano en la Biblia, para volver ser digno en la presencia de Dios.

Mis hijos. Todo el sufrimiento que cada uno de ustedes experimenta lo debería ofrecer como sacrificio y entregarlo a Dios Padre, Nuestro Padre. Entonces su sufrimiento disminuirá, porque Dios el Altísimo lo «transformará» y así puede regresar como amor al quien previamente lo había ofrecido a Él, a Dios el Padre.

En situaciones que son difíciles para ustedes deberían llamar a Jesús. Entréguenle todo lo que no puedan «cargar» ustedes mismos. Él los liberará de la «carga de la vida cotidiana». Cada vez más se acercarán a Él, cada vez más sabrán dejar que Él, su Jesús, sea parte de su vida, y cuanto más se abran a Él, cuanto más lo incluyan en su vida y realmente Le den un lugar firme en su corazón, a su lado, entonces más íntima será su relación, su unión con Él, y más sentirán Su apoyo Divino: el amor, la alegría, la felicidad en su vida que solo Él puede darles así como el cuidado por ustedes, para cada uno que se abra a Él y comparta su vida con Él, un cuidado que les dará todo lo que necesitan para vivir en su tierra.

Mis queridos hijos. Hagan espacio para Jesús y Dios el Padre en su vida, y les prometo que no importa lo que el maligno con sus grupos planee y ejecute contra los hijos de Dios, no disminuirá su entusiasmo por la vida. Quien vive con Mi Hijo, puede aceptar todo con alegría. El que aún estuviese triste será consolado por Él, y su alma, su corazón se llenarán de amor y alegría. A quienes se impongan «cargas», Él las llevará.

Mis queridos hijos. Si supieran cuán hermosa, fascinante y plena es una vida con Jesús, dejarían todo, solo para seguirlo, para poder estar con Él. ¡Pero ni siquiera es necesario hacer eso, porque JESÚS VIENE A USTEDES!

Mis hijos, mis queridos hijos. Comiencen a dejar que Jesús entre a su vida. Desescombren y denle a Jesús un lugar en su corazón y a su lado. Verán, sentirán cuán positivamente cambia su vida, y experimentarán una alegría que muchos de ustedes tuvieron por última vez cuando eran bebés.

¡Vuelvan a ser como los niños! Es decir, ¡desechen todo de su vida, de sus corazones lo que no viene de Dios! Así también ustedes volverán a experimentar las Glorias Divinas en sus corazones, que solo Dios Padre y Su Hijo pueden darles. Pero deben hacer espacio en ustedes, porque en muchos de ustedes se ha acumulado tanta ira, desilusión, estancamiento y, a menudo, incluso odio y envidia, que ya no hay lugar para los regalos de Dios.

¿Entienden ahora, Mis amados hijos, cuán importante es estar siempre en el amor? ¿Ven lo importante que es ser puro de corazón? Así que tiren todo lo que solo pueda venir del maligno «por la borda» y háganse amigos de Dios Padre y Su Hijo. Ellos llenarán sus corazones de amor y paz. Redescubrirán la Alegría Divina, y toda su vida cambiará por completo para el bien.

Volverán ser resistentes contra todo el mal, y el mal no lo llegará a ustedes, porque quien viva con Dios Padre y Su Hijo, todos los Siervos Santos estarán a su lado, y el Santo Arcángel Miguel siempre mantendrá su escudo delante de ustedes, y ningún demonio más obtendrá poder sobre ustedes.

Mis hijos. ¿Que están esperando? Así como en la primavera limpian sus casas hasta que todo brille, ¡así deben hacerlo con su corazón! ¡Despejen y saquen el brillo en ustedes e inviten al cielo a visitarlos! Entonces, Mis queridos hijos, Dios el Altísimo y Jesús, su Redentor, tomarán lugar en sus corazones y se mudará un amor maravilloso hacia ustedes que los cambiará a USTEDES y SU ENTORNO por completo de una manera positiva.

Que así sea, Mis hijos.

Los amo mucho.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija. (Jesús también está aquí.)

114. Lo que Él comenzó hace 2000 años ahora encontrará su gloriosa conclusión — 25.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Continúa difundiendo Nuestros mensajes. Son inmensamente importantes y alcanzan tantas almas. Mi Hijo hace Sus maravillas en aquellos que los lean y en aquellos a quienes se les transmitan. Cada alma que ustedes Le traigan será tocada por Él. Y toda alma que confíe en ÉL será salvada. Y aún más que eso, ella [el alma] experimentará un cambio maravilloso y percibirá la vida actual terrestre como un regalo maravilloso. Las dificultades, las cotidianidades cambian y ella [el alma] se liberará cada vez más de estas cargas aplastantes que actualmente dominan su mundo.

Mis hijos. Es tan importante que TODOS ustedes encuentren a Mi Hijo. Solo quien que se convierta a Él puede ser llevado por las puertas de la Nueva Jerusalén. Así que abran sus corazones y hagan espacio para Jesús, Mi Hijo, y transmitan Su palabra y Su verdadera historia a aquellos que no lo conocen. Oren por aquellos que cierran sus corazones a Él. Entonces ellos también por fin tendrán la oportunidad de abrirse para Él, su Redentor.

Nunca crean en el malvado enemigo que pondrá nada más que seducciones y distracciones inútiles en su camino. A él ustedes no le interesan. Su lucha es contra Dios y su arma es el mundo ilusorio que atrae y seduce a tantos de los hijos de Dios. Él quiere robarles las almas solo para dañar a Dios Padre, por ninguna otra razón. Por eso, Mis amados hijos, despierten porque el maligno nunca los cuidará. Una vez que hayan caído en su trampa, hará todo lo que esté en su poder para que ustedes nunca más alcancen el camino hacia Dios, para hacerlos adictos, confundirlos y en fin hacerlos sufrir solo porque él sabe que la peor tortura para Dios, su Padre, es verlos sufrir.

¡Mis hijos¡ Reconozcan las mentiras de Satanás y de sus secuaces y acudan a Jesús, su Redentor! ¡Solo Él los puede liberar de esta oscuridad, solo Él será quien los llevará al Nuevo Paraíso! ¡Solo con ÉL alcanzarán la vida eterna en plenitud!

Lo que Él comenzó hace 2000 años ahora encontrará su gloriosa conclusión. Conviértanse a Él, a su Redentor, entonces ninguno de Sus hijos se perderá. Embárquense en esta maravillosa aventura que les regala el Amor Divino y todas Sus (de Dios) glorias. Que así sea.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija. (Jesús está sonriendo)

113a. La petición de Jesús y María — 24.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Divulga Nuestros mensajes en un libro para que puedan hacerse llegar a la mayor cantidad de personas posible. Ahora llegó el momento en el que Nuestra Palabra también debe darse a aquellas personas que no tienen acceso a Internet ni otro acceso a Nuestros mensajes.

Gracias, Mi hija, Mi amada hija.

Te amamos mucho, gracias por escribir para Nosotros.

Tu Madre en el Cielo y tu Jesús que siempre te ama.

113. Aquel que no cree en el fin de los tiempos tampoco se preparará, ¡y eso es un gran error! — 24.04.2013

Mi hija. Mi Bendición Materna está segura para todos aquellos que convierten a Mi Hijo, Jesucristo, quienes lo honran y son fieles a Él. Muchos de Nuestros hijos ahora están en el camino correcto y sus corazones están comenzando a «florecer». Es decir, se dan cuenta de un amor que antes no era posible sentir por ellos. Este es un cambio maravilloso para Nuestros hijos, porque así se acercan cada vez más a Mi Hijo amado.

Cuanto más cerca logre estar un alma, un corazón a Jesús, más fuerte se vuelve en la lucha contra el mal. Primero, este maravilloso amor se despliega en el corazón. Con ello, se abre el camino a Jesús y a su Padre, Dios el Altísimo. Entonces, este amor se profundiza y el camino hacia Mi Hijo se extiende hacía esta alma. Una vez en el camino hacia Él, hacia su Jesús, el alma comienza a consolidarse cada vez más en la «Divinidad», en el Camino Divino, y así resiste cada vez más los ataques de Satanás. Entonces, en este camino, el alma se acerca a Jesús y a Dios Padre hasta tal punto que pueda comenzar a luchar contra el mal y contra el maligno, para realmente defender a Dios en toda Su gloria.

Estas son las muchas estaciones en el Camino Divino que sirven para sumergirse cada vez más en los misterios de Dios, de comprenderlos y de esta forma bien fortalecidos y afirmados a reconocer el mal, a resistirlo y a combatirlo con fuerza con las «armas de Dios».

Mis hijos. No hay camino más hermoso que el camino hacia Mi Santo Hijo y a Su Santísimo Padre que es Nuestro Padre de todos. Quien una vez haya comenzado este camino, realmente comenzado, ya no LO dejará nunca.

Nada es comparable, nada es tan enriquecedor en dones como este camino a Dios. En ningún otro lugar encontrarán tanto amor, alegría y felicidad. Una vez probada de la Gloria Divina, el alma se esforzará cada vez más de llegar a Él, pues nada más la llenará entonces. De repente se da cuenta para qué nació, creada por Dios Padre, y que nada más que Él puede hacerla feliz.

Ese es un largo camino para Nuestros amados hijos hasta llegar allí, pero dado que está tan lleno de gracias, lleno de regalos Divinos, es fácil de caminar. Lo que es difícil para ustedes es el «salto» de la materia a la vida espiritual. Esto no significa que entonces solo vivirán en el espíritu. ¡Para nada! Vivirán una combinación entre materia y espiritualidad, una unión en armonía.

Esto es lo que es tan difícil para Nuestros hijos, pero al mismo tiempo es justo esto lo que los llenará. La unión, el vínculo entre Dios y el mundo, eso es lo que debe llegar a estar conectado. No o el uno o el otro. No. Es un mundo (material) que debe vivir con Dios (lo espiritual) para ser pleno.

Dios, Nuestro Padre, Creador de todos nosotros, ha creado un mundo maravilloso que Sus hijos, a quienes Él creó a Su imagen, destruyeron cada vez más. Una y otra vez ellos (Sus hijos) han ido demasiado lejos, una y otra vez Dios Padre les ha enviado «amonestaciones». Sin embargo, el triste juego del pecado, la apostasía y la calumnia de Dios, Nuestro Padre, se ha repetido una y otra vez hasta hoy.

Ni una sola catástrofe ha despertado a Sus hijos, ni a uno de Sus profetas se le ha creído. La mayoría de la humanidad siempre había negado y aún hoy sigue negando a Dios Padre y a Su Santo Hijo. Las catástrofes de hoy no son vistas como advertencias, los hijos videntes de hoy son «reducidos» y «pisados», porque no se les creen. Si ustedes no se despiertan y se den cuenta de lo que está sucediendo a su alrededor, entonces «perecerán», ¡tal cual como les haya sucedido antes de ustedes a todos los no creyentes!

¡Despierten! ¡Lean el Libro de Dios! ¡Allí está escrito todo, desde el principio hasta el final, lo que están viviendo hoy! Aquel que no cree en el fin de los tiempos tampoco se preparará, ¡y eso es un gran error! Ustedes son ciegos, quieren serlo para no tener que cambiar su vida «sin valor» y son ustedes mismos los que le han quitado el valor, ¡porque han desterrado a Dios de su vida.

¿Realmente no ven a dónde los lleva esto? ¿Cómo pueden estar tan cómodos, perezosos y poco inteligentes? El que no cree en Dios Padre, el que no sigue a Mi Hijo, no entrará en el Reino de los Cielos. Y cuando la tierra se une con el cielo, entonces aquellos de ustedes que no hayan encontrado a Mi Hijo hasta allí, ya estarán sufriendo en el lago de fuego.

¡No se les quiten a si mismos la chance a esta maravillosa herencia! ¡Una vida en «Divinidad» eterna, es decir, con Jesús, con su Creador, con todos los santos y ángeles en paz, amor y gloria! Allí, no hay más maldad, ni más sufrimiento, ni más tormento. Finalmente estarán bien, y no tendrán que preocuparse por nada, ¡porque Dios personalmente se preocupa por ustedes!

¡Así que despierten y muévanse hacia Jesús! ¡Tanta ayuda les damos! ¡Tantas gracias regalamos en este tiempo! ¡Acéptenlas, todas las ayudas y gracias y nunca tengan miedo! Jesús está allí y se preocupa por ustedes! ¡Él los libera de todo mal y los guía incluso AHORA YA hacia una vida mejor! ¡Crean en ÉL! ¡Confíen en ÉL!

«¡Jesús, confío en ti!”. Eso DEBE convertirse en su lema. De esta manera se acercarán cada vez más a Mi Hijo. Una frase que pueden repetir una y otra vez, sin importar cuándo y dónde se encuentren. «¡JESÚS, CONFÍO EN TI!” Pueden dirigir esta frase, esta oración corta al cielo tantas veces, durante tanto tiempo hasta que de sí solo entrarán en confianza.

¡Pruébenlo! Funcionará. Que así sea.

Su Madre en el Cielo, quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija.

 

«Mis hijos, Yo, Su Jesús, les pido a cada uno de ustedes que Me den su confianza. De esta manera Yo puedo hacer milagros en ustedes. Milagros que ustedes mismos notarán a su alrededor. Que así sea.

Su Jesús.

Redentor de todos los hijos de Dios.”

 

«Amén, les digo esto:
Quien confía en Mí,
quien Me dé su amor,
quien Me honra y
quien esté fiel a Mí,
nunca lo abandonaré.
Los amo.

Su Jesús.»

112. Prepárense para este maravilloso viaje a Dios Padre — 23.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Tan hermoso es su mundo, sin embargo, no aprecian ese legado, ese milagro de Dios, que es un regalo para todos Sus amados hijos.

Su tierra fue creada por Dios Padre, el Altísimo, para que puedan vivir juntos llenos de gozo y confianza en amor mutuo y paz. Para cada uno de Sus hijos, Él ha creado suficientes alimentos, se ha preocupado plenamente por todos ustedes, pero ustedes han querido tomar su vida en sus propias manos y se han alejado cada vez más de ÉL.

Ahora, Mis amados hijos, ¡es hora de regresar, convertirse y volver a casa, a Dios, su Padre! ¡Así que levántense y prepárense, porque el Camino Divino es el único que los lleva a los brazos de su Padre, Quien los espera con todo Su amor y les da la paz eterna!

Vengan todos ustedes, Mis amados hijos, a este maravilloso viaje que hará que sus corazones se regocijen y sus almas se llenen con todo el amor, la dicha y la alegría que tanto anhelan (su alma y ustedes), y donde la paz sea su compañero(a) eterno(a).

El mal no tendrá más poder, porque será derrotado.

Detrás de las puertas de la Nueva Jerusalén, que reinará Mi Hijo, está el paraíso. Dios Padre una vez más se preocupó de todos Sus hijos, y no les faltará nada. Su alma finalmente puede desplegarse a lo que realmente es: un «recipiente» delicado creado para el amor que le permite crecer, florecer y prosperar y que no puede existir sin amor. Solo el amor, el verdadero amor, es su alimento. Sin amor ella se atrofia.

Esta, Mis queridos hijos, es la razón por la cual muchos de ustedes en el mundo de hoy, que está tan «frío», están mal. Aparte de las circunstancias externas difíciles a las que el maligno y sus grupos los exponen, falta amor en muchos corazones. Si un corazón está frío, no puede regalar amor, porque lo que no tiene, no puede dar. Pero este amor es justo el elemento vivificante que su alma necesita para «florecer». Por eso, Mis amados hijos, vengan a Nosotros, a Jesús y a Dios Padre, porque de NOSOTROS les será dado este amor tan vivificante. ¡A cada uno de ustedes «llenamos» con este amor y luego ustedes también están capaces de dar el amor a otros hijos de Dios!

«Reposten» con NOSOTROS, con todo el Cielo, ¡porque tenemos todo preparados para ustedes, lo que necesitan para vivir! Quien está lleno del Amor Divino, para él es fácil traspasarlo a sus hermanos.

Miren cuán maravillosamente Dios Padre ha creado todo, hasta el último detalle. El pan de vida es el amor, donde el amor gobierna, ahí está también la paz, y ahí se comparte. Tan simple es el concepto que Dios Padre ha creado. Desafortunadamente, tan sistemáticamente está siendo destruido por aquellos que «han caído en al anzuelo” de Satanás.

¡Así que levántense y prepárense para este maravilloso viaje a Dios Padre, porque allí y solo allí alcanzarán la vida que Dios Padre creó para ustedes desde el principio de los días!

Que así sea.

Su amada Madre en el Cielo.

 

«Amén, les digo esto:

Quien no le guste comenzar este viaje, lo recogeré.

Quien entonces todavía Me dé la espalda, se perderá.

Pero cualquiera que comience a creer en Mí, Me lo llevaré en este maravilloso viaje, y todos los que Me acompañan entrarán en Mi Nuevo Reino.

Que así sea.

Su Jesús».

 

«Mi hija, Yo, el Padre de todos ustedes, Me alegro mucho de los numerosos avances positivos de Mis tan amados hijos.

Añoro a todos Mis hijos. Mantengo Mis brazos abiertos a cada uno que regrese a Mí.

Los amo mucho, y Mi deseo es poder salvar a todos Mis hijos, para que ni uno solo se pierda al enemigo malvado, que los torturará y lo hará sufrir por toda la eternidad.

Ayuden a prevenir esto y dennos sus oraciones a Nosotros, a Mi Hijo y a Mí, y a todos sus santos y los ángeles amorosos, porque así ustedes provocan el cambio y muchos hijos vuelven a Nosotros, a Mí, su Padre Quien los ama.

Que así sea.

Su Dios Padre.

Creador de todos los hijos».

 

«Mi hija. Esta misión causa muchas conversiones milagrosas, son tan numerosas que el deseo de Mi Hijo, su Jesús, parece cumplirse.

Continúen orando con tanta devoción a Mi Hijo y en Sus intenciones para que estas conversiones sean aún más numerosas.

Les doy las gracias.

Con profundo amor.

Su San José».

 

«Mi niña, Mi hija, Yo, su Santo Arcángel Miguel, me regocijo por sus oraciones y lucharé por todos ustedes, porque así serán salvados y en el día de la gran alegría pasarán por las puertas de la Nueva Jerusalén, para vivir por siempre con su Creador. Que así sea.

Su Arcángel Miguel.”

“Gracias Mi niña, Mi hija.” (Dios Padre, Jesús, Madre de Dios, José y Arcángel Miguel sonríen.)

111. El arma más poderosa contra todo mal en su mundo es y seguirá siendo la oración — 22.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Me alegro porque el número de quienes encuentran a Nosotros está aumentando cada día.

Mis amados hijos. El arma más poderosa contra todo mal en su mundo es y seguirá siendo la oración. A través del poder de sus oraciones, numerosas almas se convierten día a día, y la hueste de hijos de Dios que se unen a Mi Hijo está creciendo rápidamente.

Sigan orando, Mis queridos hijos, porque es a través las oraciones de todos ustedes que Mi Hijo junto con Su Espíritu Santo y el consentimiento de Dios Padre, el Altísimo, llega a tantas almas. ¡Así millones y millones de almas ahora tienen la oportunidad de entrar en la Nueva Jerusalén junto con ustedes y Mi Hijo y de vivir allí por siempre, en amor, felicidad y alegría, gloria y paz!

Mis hijos. Es maravilloso ver cómo ustedes están trabajando arduamente. Cada vez más se entregan a Mi Hijo, se acercan cada vez más a ÉL, su amado Jesús. La recompensa de cada alma será grande, y muchos de ustedes ya están sintiendo las muchas maravillas que les da Mi Hijo, porque Él ama a Sus hijos sobre todas las cosas, y ha encerrado a todos y cada uno en Su corazón de Redentor.

Ustedes, Mis amados hijos, son la razón de todo el sufrimiento que Mi Santo Hijo, Jesucristo, asumió. Son todos ustedes los que Él quiere llevar Consigo al hermoso nuevo mundo de la paz. Él quiere traerlos de regreso a los Santas brazos de Dios Padre, Quien los creó a cada uno de ustedes con el más profundo amor y desea ansiosamente su regreso a Su Reino. Un Reino creado para la eternidad que se puede alcanzar sin la muerte física, porque cuando en el día de la gran alegría vuelve Mi Hijo Jesús, en la altura el cielo con todas las señales, EL luchará por cada uno de ustedes, liberará su alma de las garras del maligno y empujará el maligno y sus seguidores al lago de fuego. Entonces, Mis queridos hijos, comenzará el tiempo de la nueva era, cuando el cielo se une con la tierra y Jesús, Mi Hijo amado, guiará a ustedes que Le han dado su fidelidad en estos tiempos difíciles y los que se han convertido a Él a la Nueva Jerusalén, el paraíso creado por Dios Nuestro Creador, para todos Sus hijos para que vivan unidos en eternidad y paz.

 

Alégrense, Mis amados hijos, porque ya pronto esta era comenzará. Solo aquellos que se aparten de Mi Hijo no serán llevados. Todos los que se conviertan a Él antes de este día, verdaderamente y con todas las consecuencias, serán dignos de entrar allí, para recibir el más grande de todos los regalos.

Así que conviértanse a Mi Hijo, mientras el tiempo lo permita. El que no se prepara para Mi Hijo y aquellos tiempos no llegará a la puerta de la Nueva Jerusalén.

Crean, hijos Míos, crean en Mi Hijo y confíen, porque entonces la profecía se cumplirá también para ustedes, y la paz eterna será suya.

Que así sea.

Su amada Madre en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

Amén, les digo esto:
Quien no se convierta a Mí, no lo podré salvar,
Quien me da la espalda, se perderá.
Pero quien Me dé su SÍ, a él yo liberaré de todo mal,
Quien realmente Me ama, a él le doy Mi gloria.
Que así sea.

Su Jesús.

110. Este es el más bello de todos los milagros — 21.04.2013

Mi hija. Difíciles son los tiempos con respecto a la batalla por las almas, sin embargo, a través de ustedes, Mis amados seguidores, he alcanzado más almas de que parecía posible al comienzo de esta misión.

Tantos hijos han sido tocados por Nuestra Palabra, tantos están siguiendo esta misión que Yo puedo hacer Mis milagros a través de ellos y salvar a miles, millones e, incluso, miles de millones de almas. Este es el más bello de todos los milagros, la conversión de tantas almas.

Yo, su Jesús, los tengo a todos encerrados en Mi Sagrado Corazón. Mi agradecimiento doy a todos Nuestros hijos, pero especialmente a aquellos de ustedes que Me dan su confianza desinteresada. Estas almas están especialmente cerca de Mí y ellos alivian Mi sufrimiento, Me consuelan, me apoyan y sufren conmigo. Los amo mucho. A través de ellos, estoy llegando a más y más almas, y el número de aquellos que confían en Mí está aumentando. Así Mi sufrimiento se alivia cada vez más, y una gran alegría llena Mi corazón con cada alma que Me encuentra. Por cada uno de ustedes que viene a Mí, otras almas más vienen a Mí, y así el círculo aumenta cada vez más, hasta que seamos tan numerosos que Mi Nuevo Reino será llenado.

Les doy las gracias, a cada uno de ustedes, y los amo.

Su Jesús.

Gracias, hija Mía.

 

«Mi hija, siempre estamos ahí para ti. Confía.

Sigue escribiendo para Nosotros. Esta es tu tarea.

Te amo.

Tu Madre en el Cielo.

Gracias, hija Mía».

109. Grande es el número de aquellos que se convierten por las obras de ustedes — 21.04.2013

Mi hija, Yo, tu San José, me alegro mucho porque el corazón de Mi María, la Madre de todos ustedes, ¡está lleno de alegría y felicidad porque tantos hijos se han convertido y se convierten a Jesús, Nuestro Hijo!

También yo quisiera expresar mi agradecimiento a todos los hijos y pedirles que continúen orando con tanto amor en devoción a Mi Hijo, que los ama tanto.

Mis hijos. Sigan así, porque grande es el número de aquellos que se convierten por sus obras y abrumadora la alegría que sentimos en el Cielo.

Oren, Mis hijos, oren. Por todos sus hermanos y hermanas. Así se cumplirá el deseo de Jesús, y numerosamente entrarán en Su Reino.

Estén siempre atentos y manténganse fieles a Jesús, porque el enemigo no duerme. Furioso, hará nuevos planes malvados para buscar venganza y robar almas.

Así que continúen orando con tanta devoción en las intenciones de Mi Hijo, de esta forma el enemigo malvado no tendrá poder sobre ustedes y Jesús podrá seguir salvando muchas almas.

El tiempo en que viven es muy valioso porque la batalla por las almas está llegando a su fin. Es valioso porque son tantos que se están convirtiendo y Mi Hijo, asistido por ustedes que son Sus fieles seguidores formando Su ejército remanente, llega incluso a las almas más oscuras.

Así que oren en Sus intenciones, para que Su deseo se cumple y ninguno de Sus hijos se pierda. La lucha será dura, pero la luz prevalecerá, oremos que incluso el más lejano se convierta a Mi Hijo, y que todos los hijos de Dios puedan alcanzar la paz eterna.

Que así sea.

Su José quien los ama.

Gracias, Mi hija.

108. El allanamiento del camino para millones de almas — 21.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Es agradable ver a tantos de Nuestros hijos convirtiéndose a Nosotros, porque así, y solo así su mundo puede ser limpiado de todo el mal que lo ha infestado.

Cada conversión que sucede produce una gran alegría en el cielo. A un alma que se convierte se les ordenen numerosos ángeles que la acompañen para que la fe se pueda solidificar en ella y no pierda el equilibrio por las dudas que el maligno trata de susurrarle a través de sus demonios.

Así que esta alma está especialmente protegida por esos ángeles solícitos que Dios Padre envía para esta misión especial. Entonces, al alma se le otorga el tiempo que necesita para convertir por completo, para consolidarse en el maravilloso camino hacia Dios Padre y hacia Su Hijo.

Mis hijos, yo, su Madre en el Cielo, les agradezco desde el fondo de Mi corazón por todos sus sacrificios y oraciones, que ustedes Nos ofrecen. Dios Padre lo ve todo y se regocija por los grandes y pequeños sacrificios que cada uno puede ofrecer. Su fidelidad a Mi Hijo en oraciones, obras y actos, así como la aceptación de sufrimientos por Mi Santo Hijo, son el allanamiento del camino para millones de almas que a través de su devoción ahora encuentran a Dios Padre.

Sigan así, Mis amados hijos, y esperen con alegría el día de la gran alegría, porque a través de sus buenas obras entrarán en gran número al reino de Mi tan amado Hijo y alcanzarán y gozarán la vida eterna a Su lado.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo.

Gracias, Mi hija.

107. Mi Espíritu Santo se ha enviado a abrazar a tantos hijos como sea posible — 21.04.2013

Mi hija. Es maravilloso ver con cuánto amor y alegría Nuestra palabra, Nuestros mensajes son aceptados por Nuestros tan amados hijos. El cambio en sus corazones es grande y la comprensión de Dios Padre y Sus caminos, que a menudo son incomprensibles para ustedes, se profundiza. Una claridad nueva, no desconocida se desenvuelve en muchos de Nuestros hijos, y la cercanía a Dios Padre y a Mi Hijo se intensifica.

Esta es una gran alegría para Mi Santo Corazón de Madre, porque no hay nada más hermoso que una madre pueda desear para sus hijos que el regreso de su amada hueste de hijos a los brazos de su Creador, donde los esperan y reciben con amor, alegría y en paz, que tanto anhela su alma.

Mis hijos. Cuanto más profundicen su relación con Mi Hijo, más pronto estarán verdaderamente bien. Tendrán almas y corazones plenos, y ninguno de ustedes caerá en el poder del mal. Es tan maravilloso ver que más y más de Nuestros amados hijos están tomando el camino correcto, que están tomando conciencia de las maquinaciones malvadas y confusas que actualmente dominan su tierra, ver que se están apartando de todo ese mal y se están volviendo hacia el sendero divino, hacia los brazos de Dios Padre, quien los espera con tanto anhelo.

Mis hijos. ¡Sigan así! ¡Sus oraciones son escuchadas! Millones de millones de hijos de Dios encuentran su camino de regreso a Dios Padre, el Altísimo. El anhelo por el Creador aumenta cada vez más en los corazones de Nuestros hijos, porque Mi Hijo ahora está encendiendo la luz divina en todas las almas, gracias a sus oraciones tan devocionales y la aceptación de sufrimiento para EL, su Jesús.

Todos sus sacrificios, los grandes y también los pequeños, sirven para salvar las almas que por sí solas no encontrarían el camino hacia Creador. Por eso, Mis hijos, Mis amados hijos ¡sigan orando! ¡Entonces Mi Hijo puede guiar aún muchas más almas perdidas hacia el Camino Divino, y el número de aquellos que ingresarán con Él al Nuevo Paraíso será grande!

Les agradezco desde lo más profundo de Mi Corazón de Madre y les doy a cada una de ustedes Mi bendición Materna.

La fidelidad a Mi Hijo es muy importante, y son cada vez más de Nuestros hijos que se hayan dado cuenta de eso. Les doy las gracias.

Unidos en el amor.

Su Madre en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

 

Amén, les digo eso. Mi Espíritu Santo se ha enviado a abrazar a tantos hijos como sea posible, para darles claridad y encender la Llama Divina en sus corazones.

Incluso en la más oscura de todas las almas, se encenderá una nueva esperanza para que reconozca el mal como tal y pueda alejarse, y para que también a ella se le permita devolverse a Dios Padre, el Altísimo.

Mis amados hijos, esto es un largo camino, pero (ya) está comenzando a dar frutos. Incluso las almas ya perdidas comienzan a tener dudas, dudas positivas, porque sacuden su «construcción de vida» y comienzan a reevaluar sus obras. Es ahí donde empieza la conversión, por lo tanto, Mis amados hijos, sigan orando por las almas perdidas, porque ahora ellas tienen la oportunidad de cambiar su vida y de encontrar a Dios el Padre.

Oren, oren, oren para que todos los hermanos y hermanas en el día de gran alegría, cuando Yo vuelva a ustedes desde la altura del cielo con todas las señales, puedan entrar en la Nueva Jerusalén, que Mi Padre creó con gran amor para todos Sus hijos.

Que así sea.

Su Jesús