Mi hija. Mi querida hija. Ven a Mí, Mi hija, y escucha lo que Yo, su Padre en el Cielo, tengo que decir hoy al mundo:
Mi Santísimo Hijo sufre. EL sufre por ustedes, Mis hijos, porque cada pecado traspasa Su Sacratísimo Corazón Redentor y LE causa a ÉL, quien tanto los ama, les perdona todo y les regala la mayor misericordia un gran sufrimiento, un dolor como el de la estocada de la lanza, traspasando una y otra vez Su Sacratísimo Corazón.
Mis hijos. Ustedes pecan demasiado. Pecan con indiferencia y pecan sin pensar. El pecado se ha convertido en algo «normal» para ustedes. Lo hacen varias veces al día y no ven el sufrimiento que están causando a Mi Hijo. No son sólo los pecados «graves» o mortales los que LE hacen sufrir tanto a ÉL. Son más bien estos pecados cotidianos que ustedes cometen sin contenerse ni un poquito.
Deténganse, Mis hijos, ¡y no se hagan mal los unos a los otros! Cállense si no tienen nada positivo que decir, y respondan siempre con amor, no importa qué pregunta les hagan o cuánto les «pique» la otra persona. Den alegría al infeliz y una sonrisa al sombrío. ¡Encuéntrense con franqueza, amor y honestidad! ¡No cometan un pecado porque el otro les haya desafiado, provocado o «porque todo el mundo lo hace»!
Reflexionen, Mis hijos, y traten de evitar el pecado. ¡Mi Sacratísimo Corazón Paternal ve toda buena voluntad en ustedes! Así que esfuércense por alejarse del pecado y, aunque no siempre lo logren, manténganse firmes en su propósito y haganlo mejor la próxima vez, con más calma, sin dejarse provocar o incluso sin dejarse llevar por la «rabia».
Estén completamente Conmigo y con Mi Hijo, entonces actuarán siempre con amor. Que así sea. Les doy las gracias.
Su Padre en el Cielo.
Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser.
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«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada. Aléjense del pecado y enmienden sus caminos. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo.
Su Ángel del Señor. Amén.»
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«Mis hijos. Los amo mucho. Arrepiéntanse de sus pecados y no los repitan, porque Mi Corazón Redentor sufre mucho y todo pecado Me causa el mayor dolor. Sean buenos los unos con los otros y ámense como Yo los amo. Les doy gracias.
Su Santísimo Jesús.
Redentor de todos los hijos de Dios. Amén.»
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«Sigan al Señor, porque sólo ÉL es su camino.
Un ángel de los 7 coros. Amén.»
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Mi hija. Divulga esto. Amén. Tu Madre en el Cielo.